La Evolución de un político

A propósito de la reunión de Luis Alberto Tejeda con prensa de Santo Domingo Este.

Luis Alberto Tejeda, conocido empresario de Santo Domingo Este que aun incursionando en múltiples ramas de la economía se le conoce como el dueño de La Soñadora, un día amaneció en el escenario político porque quería ser diputado.

Algunos ven la política como formas de buscar dinero, pero este, no es el caso… algunos se afanan en buscar convencer que es para servir y no creo sea el caso y a muy pocos les creo el deseo de transformar para bien el país si no me lo demostraron antes, tal vez sea el caso… pero busco razones adicionales, otras razones.

El ser humano necesita reconocimiento y desde el dinero no se logra, solo se hace desde el que te ofrece el escenario político.

Entonces, aparece Luis Alberto Tejeda quien ya daba sus donaciones al Carnaval y otras actividades pero no era noticia porque simplemente, no era político.

Luis Alberto Tejeda, hombre sencillo, buena gente, amable, incursionó en un mundo donde el dinero ayuda pero no convence, donde te hace falta además, estructuras, carisma, manejo en la prensa, buenos asesores, separar asesores de adulones, aunque sean los pica pica ilustrados que solo te muestran escenarios si les conviene a ellos como fin, y demás especímenes y contextos.

Ha sido un camino, difícil en el que indiscutiblemente Luis Alberto se ha empeñado y trabajado aunque su equipo no ha estado siempre a la altura, él por si solo ha entendido que hay que avanzar, que hay que lograr poder conectar su carácter que el público lo consuma, poder construir un discurso, poder asimilar el discurso que escribe otro para si, modelar el carácter, modelar la sonrisa, a sabiendas que el político en dominicana no debe ser demasiado risueño sino aparentar o ser llevado a mostrar como decidido y confiado en lo que hace.

Algo es claro, no siempre ha sido bien asesorado y pese a ello, ha avanzado, se ha superado, la transición de empresario a político, u cualquier tipo de ente a político es difícil, ni el dinero ni el éxito empresarial, ni los Likes de facebook ni los comentarios en redes sociales, sobre todo, son votos.

Hace dos el precandidato compartió escenarios con el candidato la prensa de Santo Domingo Este y la que no es de aquí pero al menos duermen en la ciudad. Fue curioso el mareo de su jefe de campaña al llamarlo seguro alcalde, en discurso electoral en escenario profesional, hablando en tonos desenfocados, el aspirante, sin embargo, se mostró seguro, muy seguro del escenario, leyendo sus propuestas y luego, con destreza, hacer lo que hacen los políticos, evadir las preguntas comprometedoras con respuestas que no llevan a ningún lado y contestar las que eran de su interés y cuando se llega acá, la transición va bien, la evolución va en camino correcto pues, el político dista de tener que ser un ser perfecto, solo debe ser político que es lo mismo que hacer lo «políticamente correcto».

En el evento se mostró un Luis Alberto diferente, que se detuvo a ir por cada asiento mostrando lo mejor de si, deteniéndose en cada realidad que era cada uno de nosotros.

Esperemos pues, que el pantano llamado política no termine con el empresario buena gente que ayudaba a todos.

Es otro tema si se cree ganará o no, el por qué de su crecimiento, si ese crecimiento se podrá en poco tiempo convertir eficientemente en votos pero algo está claro, Luis Alberto, entre muchos que no saben lo que quieren ni hacia donde van, él, si lo sabe…

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